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Soy Eduardo Benavides Legarda
Eduardo Benavides Legarda (Pasto – Nariño, Colombia. 1952) es sociólogo con especialización en investigación. Abogado con especialización en DDHH. Docente de universidades: De Antioquia, De Medellín, CES y Cooperativa de Colombia.
Ha publicado artículos en diversas revistas y páginas web del país.
Miembro del Consejo Editorial de la revista TEOREMA Arte y Cultura. Perteneció al Centro de Estudios del Trabajo -CEDETRABAJO-.
Trabajó en proyectos de investigación para el Instituto de Estudios Regionales –INER-, de las Universidad de Antioquia y para la Compañía de Proyectos Técnicos.
Entre sus trabajos investigativos se destacan:
Las cooperativas de trabajo asociado en Colombia.
Evaluación de la experiencia comunitaria Juntas Zonales Comunitarias del Municipio de Chigorodó.
Evaluación para el Banco Mundial, sobre el proyecto de generación de empleo en la zona de Urabá mediante el reciclaje de desechos sólidos.
Urabá: Comunal El Diez. Estudio socioeconómico de El Poblado.
mpacto del TLC en el sector textil antioqueño.
Situación del sector textil y de la empresa ENKA de Colombia.
ADIDA, 50 años.
En 2024 publicó con la Editorial Libros para Pensar su libro URABÁ: Una gesta nacional de empresarios y trabajadores.
eduardobenavideslegarda@gmail.com
Mi libro
Ordena aquí el ibro URABÁ: UNA GESTA NACIONAL DE EMPRESARIOS Y TRABAJADORES. Te lo llevamos a cualquier lugar de Colombia
Sobre el libro URABÁ: GESTA NACIONAL DE EMPRESARIOS Y TRABAJADORES
El progreso de un país depende del desarrollo soberano de sus fuerzas productivas. Sólo el desarrollo genera la riqueza necesaria para resolver los diversos problemas que tiene una nación y elevar la calidad de vida de su gente mediante la generación de empleos que permitan ir saliendo progresivamente de la pobreza.
Sólo el desarrollo soberano de sus fuerzas productivas garantiza que un país pueda abastecer su mercado interno y sostener dignamente a su población tanto en alimentación como en las necesidades básicas que una comunidad requiere, mientras que los excedentes productivos permiten generar una balanza comercial favorable con otros países, permitiendo importar bienes y servicios que no producimos ni tenemos, pero que necesitamos.
Colombia se ha mantenido en el atraso debido a estar sometida a la dominación económica por parte de EE. UU., que, utilizando herramientas de subyugación como el FMI, el BID, el Banco Mundial y la OCDE, han impedido el desarrollo soberano de nuestras fuerzas productivas, imponiendo mecanismos como los tratados de libre comercio, en especial el suscrito con EE. UU., que abre nuestras fronteras económicas al ingreso sin límites de toda clase de mercancías, productos agrícolas y servicios, mientras nosotros prácticamente no tenemos nada para compensar ese comercio desigual.
El caso de la zona bananera de Urabá es un ejemplo típico de la gran lucha que significa el desarrollo nacional, en interés propio de las fuerzas productivas. La producción bananera en Urabá arrancó y logró consolidarse, gracias al monumental esfuerzo de los empresarios y trabajadores colombianos, y a pesar de los gobiernos, las guerrillas y las empresas multinacionales bananeras. La posición dominante de la United Fruit Company y los vaivenes propios de la producción y comercialización de la fruta, la falta de apoyo por parte de los gobiernos y la violencia guerrillera fueron dificultades casi imposibles de superar que debieron enfrentar los obreros y los productores bananeros. Sólo el tesón de ambos y la visión estratégica empresarial hicieron posible que crear y consolidar una zona bananera en Urabá fuera una gesta y no un fracaso.
A pesar de las difíciles condiciones internas y externas de la época, unos empresarios audaces y visionarios se dieron a la tarea de crear una comercializadora nacional bananera para intentar lo que parecía imposible: ingresar al mercado mundial bananero, tanto de EE. UU. como de Europa, dominado por poderosísimas empresas fruteras internacionales, para arrebatarles un pedazo del mercado que controlaban con particular eficacia.
Extractos del libro
“La vida en la región era extremadamente difícil. Urabá, por entonces, era una enorme llanura selvática de donde se extraía madera y donde se explotaba la ganadería en baja escala sobre algunos terrenos aledaños a la carretera. Región aislada, de clima malsano, sin servicios públicos esenciales ni vías de comunicación. Se trataba de tumbar selva para hacer un cultivo agroindustrial, una obra monumental”.
“UNIBAN nació en la boca de la tumba, porque la zona bananera fue diseñada para que viviera un corto tiempo y porque UNIBAN no tenía ni una lancha para trabajar y casi ninguna capacidad comercializadora en el exterior”.
“Los braceros duraban a veces cuatro y cinco días trabajando día y noche, en muchas ocasiones con el agua y la comida agotadas. Sólo los negros eran capaces de resistir este trabajo, los blancos no. Se puede decir que los chocoanos se han cargado al hombro miles de veces a Urabá”.
“Así como José Arcadio Buendía, en Cien años de soledad, atravesó junto a su familia selvas y manglares de nuestra costa colombiana en búsqueda del progreso y fundó Macondo hace más de 50 años, otros José Arcadios también lo dejaron todo y atravesaron selvas y manglares de Urabá para buscar el progreso con la producción bananera”.