Estado de ánimo, emoción y sensación

El estado de ánimo es la disposición o tono emocional, caracterizado por una duración prolongada del sentir. Es la respuesta a la percepción acerca del mundo en el que vivimos; por lo tanto, no cambia de forma frecuente, sino que sus fluctuaciones varían en largos periodos de tiempo que pueden clasificarse en expresivo o depresivo. 

Lo ideal es encontrarnos en un estado normal o neutro (eutimia), el estado de ánimo es el resultado o respuesta que le doy a la manera en que percibo al mundo, suele ser menor en intensidad a la emoción y más permanente que la sensación. 

Las emociones son reacciones o cambios bruscos sicofisiológicos (integra lo cognitivo y fisiológico) y conductuales o comportamentales, desencadenados a partir de intensos momentos que se producen desde los hechos, las ideas, experiencias, el recuerdo, suelen ser de corta duración, dependiendo del estímulo que las origina y la manera en que se manejan o gestionan. 

Una sensación es la impresión que se desencadena a raíz de situaciones externas que se producen en la conciencia y es recogida por alguno de los sentidos, estas se organizan e interpretan de forma física, psicológica o fisiológica; sin embargo, las sensaciones no se limitan sólo a los estímulos externos, sino que también, existen algunos generados por nuestro propio cuerpo que nos informan del estado en que nos encontramos. 

A modo de conclusión, aunque son conceptos diferentes, son continuos en su manifestación, es decir, la reacción primaria será: “la sensación” esta surge desde un estímulo corporal o fisiológico, y genera una reacción secundaria, pero mayor en intensidad: “la emoción”, la cual  unida a las situaciones, hechos o ideas se manifestará en conductas o comportamientos, que finalmente determinará esa reacción terciaria: el estado de ánimo el cual será un sentir y actuar más permanente e integrará aspectos previos: corporales, conductuales y cognitivos. 

La sensación es el resultado de cómo se siente ese contacto inicial con el entorno, la emoción, la manera en que se reacciona en ese entorno y el estado de ánimo como se piensa, actúa y permanece en el entorno. 

La música logra incidir en cada uno de estos aspectos, al producir sensaciones, intensificar emociones y equilibrar estados de ánimo, siendo un vehículo que dirige nuestro sentir, reacción e incluso actuación.

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